Después de una semana de comentarios y de tener en cuenta
vuestras votaciones, hemos podido clarificar un poco cuales pueden ser los
cinco claves en las que clasificar la producción de Walt Disney Animation
Studios.
Algunos son títulos de películas, otras grupos, y quizás
esté muy influido por la edad media de nuestros lectores; pero gracias a vuestra
ayuda hemos encontrado los ejemplos para desarrollar por fín nuestro repaso a
la historia de Disney. Eso sí, Sólo en 5
puntos…
·
CLÁSICOS:
La lista internacional oficial incluye en este momento 52 películas de
animación tradicional. En España, además, incluimos otros 5 títulos que no
forzosamente eran largometrajes completos de animación: incluir imagen real e
imagen animada, así como cortometrajes. En nuestra votación hemos encontrado
algunos clásicos indispensables para entender el desarrollo de la factoría
Disney: Blancanieves y los 7 enanitos
(1937), Cenicienta (1950), La Bella
Durmiente (1959). La primera de
ellas tiene el honor de ser el primer largo de animación de la historia.
Curiosamente, La Bella Durmiente
utiliza muchas de las ideas desechadas para Blancanieves…,
ya fuera porque no consiguieron el efecto deseado 22 años antes o porque estas
no encajaran con el resto del film.
·
ANIMACIÓN
Y ACCIÓN REAL: Ahora es prácticamente habitual el que, en una película con
actores de carne y hueso aparezca elementos animados digitalmente. Esta técnica
de combinar acción real con animación comenzó en la película Los Tres Caballeros (1944). Esta técnica
se recuperó en 1964 para Mary Poppins,
última película dirigida por Walt Disney que vio estrenada antes de su muerte
(y posterior criogenización). Basada en los cuentos de Pamela Travers, la
música se compuso antes de que fuera escrito el guión definitivo; por lo que
muchos pasajes tuvieron música compuesta por los hermanos Richard y Robert
Sherman y no se vieron representados en la versión final de la película. Esto
llevó a que se reutilizaran en posteriores producciones como El libro de la Selva (1967, canción de
Kaa Ven a mí) o La Bruja Novata (1971,
En el fondo del mar).
·
EL
RETORNO AL ÉXITO: Con La Sirenita
(1989, una de las más votadas) Disney vuelve a abrir una etapa dorada, en la
que sus cintas vuelven a estar muy consideradas gracias a sus bandas sonoras.
Este éxito continúa en películas como La
Bella y La Bestia (1991) y Aladdín
(1992). Como curiosidad de esta última el actor y humorista Josema Yuste fue el
encargado de doblar al Genio, quizás uno de los más logrados con respecto al
original, cuya voz era la de Robin Williams. El actor que encarnó a la Sra. Doubtfire (1993) o al profesor de El Club de los Poetas Muertos (1989) aportó
innumerables improvisaciones a su personaje durante las grabaciones de su
locución, lo que fue un enriquecimiento para el personaje.
·
EL REY
LEÓN (1996): La más votada por todos vosotros. Ganadora de un Oscar por su
banda sonora, compuesta por Elton John y arreglada por Hans Zimmer, ha hecho
que se convierta en un indispensable. Versión animada de Hamlet; coincidió en
su producción con la de Pocahontas (1995) algo que hizo que muchos de los
animadores de Disney prefirieran trabajar en ella antes que la historia de
Simba. Y, aunque ambas fueron un éxito en taquilla, la crítica siempre ha valorado
mejor a El Rey León… Y por lo que se ve aquí, el público también, dado a que
nadie ha votado a la historia de amor entre John Smith y la princesa indígena…
·
TOY STORY
(1995): Producida por Pixar y distribuida por Buena Vista Internacional,
fue el primer largometraje de animación por ordenador; si bien con anterioridad
se había utilizado la animación por ordenador para la creación del salón de
baile de La Bella y la Bestia o para
la clonación de hienas o ñúes en El Rey
León. Con respecto a esta última, supuso un ahorro en costes de 15 millones
de dólares (de 45 a 30) y la reducción del equipo de 800 personas a 110.
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