Cortafuego de sueños

¿Has sentido, alguna vez, que todo el mundo que tienes a tu alrededor se viene abajo?

¿Has sentido, alguna vez, que tu Torre de Marfil se cae y se rompe en mil pedazos?

¿Has sentido, alguna vez, que se acaban los sueños para encontrarte de golpe con la realidad?

Yo de vez en cuando, pero no quizás como me puede suceder dentro de dos semanas escasas.

Llevo 14 años estudiando, formándome, recibiendo educación para intentar llegar a ser lo que me proponga en la vida. Quiero ser periodista.

Ahora, después de dedicar el 80% del tiempo que he vivido a prepararme, me enfrento a la prueba final; un auténtico cortafuego de sueños: la Selectividad.

La Selectividad es ese examen en el que, a una sola carta y después de todos los esfuerzos hechos hasta el último momentos, te juegas tu futuro. Y te lo juegas, no por suspender, si no por aprobar y no llegar... todo por que hay menos plazas que sueños.

En parte me siento afortunado: mi media, por ahora, me da para llegar a la Facultad; pero no me quiero imaginar que frustración puede sentir aquellos que toda su vida sueñan con ser médicos y encontrar una mesa en la que escuchar a los ponentes.

El tema de la carrera de medicina es algo que me asquea: hay pocas plazas, mucha nota que sacar para entrar y, sin embargo faltan médicos en los hospitales... Y no lo digo por decir( que es lo habitual cuando te quejas de la Sanidad Pública) si no por que lo han confirmado las autoridades, que tienen que traer a médicos extranjeros para que cubran las plazas.

¿Y que le dices a aquél que, tan sólo por dos décimas, no llega al corte?
¿Aquel alumno que se saca sus estudios con becas especiales por que su familia no le puede costear sus estudios y no se puede permitir una privada?

La gente cambia, cambian sus motivaciones. Hablando con profesores universitarios, muchos coinciden en que un alumno torna en otro cuando estudia lo que a él le gusta: pupilos raspaditos son de notable en la carrera. ¿No sería mejor como hacen en ingeniería, que en el primer año se realiza el corte real por el rendimiento de los alumnos?

Y ya que hablo de educación, no voy a perder la oportunidad de comentar que no entiendo por qué unos señores que se dedican sólo a sentarse en un hemiciclo son los que deciden sobre mi educación: licenciados en ciencias políticas son los que han determinado si debo estudiar asignaturas como Tecnología o Conocimiento del Medio, o si mis compañeros que abandonaron los estudios en 4º de ESO deben saber que de 1936 a 1939 España estuvo dividida por un conflicto que, todavía hoy, me da vergüenza...

Me recuerda a la novela de George Orwell, 1984: Si no se estudia, no existe; si no se piensa en ello, nunca ha sucedido... algo parecido a lo que hace unos días en China con el 20 aniversario de la revuelta estudiantil en la Plaza de Tiananmen.

A partir del día 16 a las 9:00h seré un número, un código de barras respondiendo a unas preguntas con letra complicada de leer. En algo así no se cuenta la actitud, no se ve si el alumno ha estado en una situación complicada o si es un trepa que sólo se dedica a escalar puestos a codazos, pisoteando las cabezas de sus compañeros.

Da igual, de nada sirve quejarme por que nada va a cambiar por mi ni por la gente de mi generación vacía.

Quiero ser periodista.

Me voy a estudiar.